Viernes, 31 de Octubre. Teatro Vorterix.

Después de varios meses de guardar la entrada, finalmente tuve la oportunidad de ver en vivo a One OK Rock, una de mis bandas favoritas de Rock japonés. Ese día llegamos una hora antes del horario de apertura, y ya había casi dos cuadras de fila. Nos encontramos con unos amigos en el medio, quienes muy amablemente nos permitieron quedarnos con ellos, hasta que la fila se dividió en dos y tuvimos que irnos hacia nuestra fila. 5 minutos antes del horario de ingreso, ya estábamos dentro del teatro y buscando posición.

Gracias a un buen atino de mi radar para ubicaciones especiales en recitales, terminamos en el primer piso, del lado derecho del escenario, tan cerca del escenario que si nos hubiéramos caído terminábamos arriba de algún instrumento, jajajaja. Nuestra tarde recién acababa de empezar, y la espera sería bastante larga.

Después de dos horas y media y un poco de «teasing» (pies que iban y venían, manos misteriosas que movían el telón, sonidos de guitarras, bajos y baterías que nos ponían la piel de gallina) puntualmente a las 9 comenzó el recital.

Duelo de titanes. Música en su máxima expresión.

Honestamente, no tengo palabras para describirlo. Fue la hora más larga y más corta de mi vida. Fue una excelente selección de temas, una intro espectacular. La energía que desbordaban los chicos fue increíble. Corriendo de un lado al otro del escenario, revoleadas de micrófono, saltos, etc. le dieron más power al espectáculo de lo que desde ya pensábamos que iba a ser.

El lado negativo del show: no creo que haya mucho en sí con respecto a organización, pero sí me sorprendió la mala predisposición de la gente de la fila. Bastante mala onda, fuimos a preguntar algo y nos mandaron de un lado a otro, los mismos que estaban en la fila no te ayudaban por miedo a que te cueles (?) no te daban direcciones, ni donde terminaba la fila… ¡nada! he ido a recitales donde la gente era menos egoísta y te ayudaba bastante. Otra cosa negativa fue lo mucho que tuvimos que esperar una vez dentro para que empiece. Estuvimos desde las 6 y media hasta las 9 ahí parados, sin hacer nada (excepto los de la valla, ¡que como siempre luchaban por defender su lugar!). Podrían haber hecho juegos o haber sorteado algo al menos, jajaja. Otro aspecto negativo… ¡¿Por qué tan corto?! (entro en desesperación, jajaja) Nos quedamos con ese gusto a poco y la esperanza de que se volvieran a apagar las luces para seguir disfrutando un poquito más de lo que veníamos ansiando desde hace meses…

El lado positivo del show: la organización. Fue increíble, entramos a tiempo, las filas bien ordenadas, el show comenzó a horario (eso que fuimos a otros recitales, como por ejemplo el de SHINee hablando de asia y no hubo este tipo de organización). Otra cosa positiva fue que a pesar de que era un recital de rock, aunque la gente hacía pogo y aplastaban como en todo recital pero dentro de todo se portaron bien, no hubo mayores incidentes (aún cuando Taka se subió a la valla en una de las canciones nadie se le tiró encima, jajaja)

¿Necesitan más pruebas de la energía que le pusieron?

Momento de orgullo para los argentinos 🙂

Momento fangirl: al final del recital, en la última canción y después de muchos gritos llamando la atención, ¡logramos que Teru nos diera una de sus mejores sonrisas! y según nos contaron, que Taka nos tirara un beso desde el escenario. ¡Creo que esa sonrisa no se me borrará más de la mente!

Fue increíble ver cómo público saltaba, gritaba y cantaba todas las letras en japonés (donde más se notó en el ultimo tema) y a decir verdad… no sé quién se quedó más atónito, si nosotros por su performance, o ellos por su acogida entre el público argentino.  En resumen, creo que fue una noche memorable para todos. Y como nos quedamos con ganas de más… ¡Esperamos que vuelvan pronto!