En este momento estoy a horas nomás de irme de nuevo para Ezeiza… Tengo un sentimiento agridulce ya que creo que va a ser la última de las veces que voy a poder ir a Europa (si sigue así la situación) pero a la vez sé que va a ser uno de los mejores viajes por la carga emocional que tiene…
Voy a ser honesta, ¡estoy súper ansiosa! Hace dos días no caía en cuenta de que ya estábamos cerca, y hoy me comen los nervios… Si hay algo que amo es volar. Estar dentro de un avión me encanta, hay mucha gente que lo padece pero yo lo disfruto, gracias a Dios tengo el poder para soportar doce horas de vuelo casi sin quejarme… vamos a ver cómo es esta vez, con aerolínea desconocida y viajando con familia (cabe decir que ¡es la primera vez que viajo con mis papás en avión también!)
Algo que me encanta también es la adrenalina previa a un viaje. Preparar las cosas, pensar en lo que necesito y lo que no, en lo que me falta, en lo que me estoy olvidando, en lo que me sobra y lo llevo a conciencia, jajaja. En viajes anteriores me ponía de mal humor, pero esta vez… me encontré disfrutando el momento. Estoy disfrutando de toda esta ansiedad y preparación, ¡y sigo diciendo que me encanta! Ojalá algún día pueda hacer de esto mi vida, es un sueño que tengo y que espero poder hacer realidad en algún momento…
Quise hacerlo corto pero me explayé un poco, es hora de terminar las cosas antes de partir así que me despido… Probablemente la próxima vez que escriba esté o en algún destino de Europa, o en mi casa, pero lo que sí les prometo es ¡que de mis experiencias no se van a perder ni un detalle! ¡Será un hasta luego y feliz vuelo para mí!
PD: me olvidé de la parte 2 del como me preparo, pero también les prometo que la voy a escribir 🙂