Ya queda poco de Paris, ¡se los juro! Hemos pasado 4 días que sin pensarlo fueron bastante productivos.
En esta entrada resumiré los días 3 y 4, y les tengo un mini especial de candados curiosos en el puente de los candados, que irá separado para los que les interese.
En el tercer día nos tomamos el Car Rouge, una especie de bus turístico como el que tomamos en Barcelona pero con menos paradas. De todas formas nos sirvió para aprender algunas cosas sobre los monumentos que estábamos viendo. Visitamos el Palacio de la Música, nos enteramos que hay dos importantes en Francia, este que está dedicado a la música clásica y otro que está dedicado a la danza. En la puerta del Palacio había una banda que nos dio una versión muy interesante de 7th Nation Army.
Visitamos también la Catedral de Notre Dame, que particularmente no me impactó tanto como la Sagrada Familia (como dijo mi hermana, si hubiera visto Notre Dame antes seguro me impactaba más) pero realmente es un fiel reflejo de la arquitectura gótica. Me llamó la atención lo oscura que es por dentro, pensé que al tener tantos ventanales iba a estar un poco más iluminada (me la imaginé por dentro un poco más como la Catedral de Santiago de Compostela) pero la combinación de vitreaux de colores y los candelabros le daban un aspecto de solemnidad.

Hermosísima foto tomada por mi compañera de viaje
Otra cosa curiosa (de la que no se me ocurrió tomar foto) es que los confesionarios dentro de la catedral están en varios idiomas, desde idiomas europeos hasta idiomas africanos. Depende del idioma que hables podés acercarte al padre que está adentro para poder confesarte. ¡Interesante! Una vez más, lo había visto en la catedral de Santiago pero solo con algunos idiomas como inglés, italiano, o francés. pero con idiomas africanos, es la primera vez que lo veo (Cabe decir que en Francia hay muchísima inmigración africana. Tanta, que por ejemplo había tiendas de belleza dedicada a las mujeres morochas, maquillaje, tintura, todo para la mujer morena. Una vez más, ¡interesante!)
Luego nos fuimos hacia el Museo del Louvre sin antes olvidarnos de pasar por el famoso puente de los candados (donde ya subiré las fotos curiosas) En la entrada del Louvre me tomé la famosa foto turística tocando la punta de la pirámide transparente (no podía faltar!) y vimos cualquier cantidad de cuadros bellos. Realmente un día no alcanza para conocer todo el Museo (especialmente porque si no seguís las indicaciones, te vas a sentir como en un deja vù recorriendo una y otra vez el mismo piso, el mismo pasillo… jajaja)
Nos enteramos en el Car Rouge que el Louvre anteriormente era una estación de tren, la cual iban a demoler pero alguien dijo: «meh, mejor la hacemos museo» y dijeron: «bueno, dale!» (Libre interpretación a criterio de quien les escribe) y es así como este precioso edificio se salvó de la demolición y ahora guarda piezas de arte invaluables.
Decidimos ir por lo más conocido e importante después de ver algunos cuadros, así que fuimos a ver a la Mona Lisa y la Venus del Milo. Opinión personal: no sé cuál es la gracia de la Mona Lisa, pero sí sé que tuve que sortear a un mar de gente para poder verla. Creo que fue más interesante ver a la gente que se arremolinaba a verla que al cuadro en sí. La Venus sí me gustó mas (¿tal vez seré más amante de la escultura que de la pintura?)

No subiré fotos de la Mona Lisa o de la Venus porque ya la conocemos todos. Me pareció más interesante compartir esta foto, de esta señora que parece ser… ¿El guardarropas del pueblo? Iba a buscar información sobre ella pero realmente me olvidé el nombre de la pieza. Si alguien sabe por qué tiene toda esa ropa que me lo comente, ¡ahora tengo curiosidad!

Yeah ofc we’re so Italian you cannot resist babe~ Mirá, te hacemos la vendetta y todo.

Lo mejor: ¡desde el arco del triunfo se puede ver la torre Eiffel!
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