Seguimos con la bitácora por París, el segundo día ya no hizo tanto calor y literalmente nos morimos de frío. En el segundo día visitamos el Arco del Triunfo y la Torre Eiffel a la mañana, y por la tarde me tomé un descanso (tengo un pie con una fractura mal curada y bueno, ¡decidió decir basta!) Mis compañeros de viaje decidieron visitar las galerías Lafayette, una excentricidad con precios un poquito salados para nosotros, pero al parecer no para la cantidad de japoneses que pululaban por ahí. Pero vamos por partes…
Ese día comenzamos nuestro desayuno en un Chez Quik (es como un Mc Donalds, pero francés.) Por cierto, los desayunos son baratos y abundantes. Te dan un croissant, un pan au chocolat, un café/té o chocolatada, un jugo de naranja y un yogur, todo por 4~6 euros aproximadamente.

Tanto consumimos acá que podrían habernos dado acciones o al menos patrocinarnos el viaje, jajaja ¿qué hubiera sido de nosotros sin sus desayunos abundantes o sus cenas a la 1 de la mañana?
Después de ese energizante desayuno empezamos nuestra travesía hasta el Arco del Triunfo, nos tomamos un bus hasta Champs Elisees… ¡Había muchísima gente por todos lados! Nos costó encontrar un poco la entrada (El Arco del Triunfo tiene la peculiaridad de que está rodeada por avenidas, y el mismo arco está en una rotonda, por lo que tenés que llegar a través de una entrada subterránea) pero lo logramos. El arco del triunfo no se parecía ni un poco a lo que me había imaginado, ¡es gigante! En la superficie, debajo del arco se encuentra la tumba al soldado desconocido, al cual ese domingo que nos fuios le rindieron homenaje.
Después de tomar varias fotos nos fuimos hacia la Torre Eiffel… caminando. El trayecto no es muy largo, pero el día no estaba muy bello y la humedad se hacía sentir… y mi pie no estaba contento. Después de algunas paradas llegamos a un puente cerca de la Torre Eiffel que se quería parecer al puente de los candados (que ya se los mostraré) En este puente nos encontramos algunas cosas curiosas…
¡Finalmente llegamos a la Torre Eiffel! sacamos una entrada que nos permitía llegar hasta arriba de todo y nos dispusimos a entrar. En la entrada te revisan los bolsos y luego te permiten pasar, llegas a un ascensor gigante que te lleva hasta el segundo piso, y luego haces otra fila que te lleva a otro ascensor y luego… ¡sí! otra fila que te lleva hasta el último ascensor a la punta de la torre.
¡Acompáñenme a subir el segundo ascensor en la Torre Eiffel!
A esta altura ya moríamos de frío y yo pedía a gritos un serrucho para cortarme el pie por tanta espera… pero no importaba nada. ¡Estábamos en la cima! Es genial ver París desde arriba de la torre.
¡Una vista definitivamente imperdible!
Luego deparamos para almorzar en una feria tipo americana, comimos paella (el señor que la hacia no hablaba ni un poquito de español) y se nos largó a llover así que nos detuvimos a descansar un momento, y luego yo partí hacia el hotel, mientras que los chicos fueron a Galerías Lafayette.
Sobre las galerías no tengo mucha información para darles, solo que son muy caras, aunque según las fotos que me han mostrado el edificio es digno de ver:
Ya con ver estos techos me dan ganas de haber
tenido el pie sano :C ¡una lástima!
Estoy viendo que nuestros días fueron más productivos de lo que yo pensaba y que vale la pena un post por cada uno, así que la próxima… ¡Les contaré sobre nuestro paso por Louvre y Notre Dame! (¡Oh lalá Paris! – Parte 3)
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