Increíble. Ya pasó un mes exacto desde que me fui de Argentina. (técnicamente, el mes en Australia contaría a partir del día 13, que es cuando pisé oficialmente la isla, pero… detalles.) Me pasaron tantas cosas dentro de este mes que no sé por dónde comenzar.
Primero, tuve que aprender a organizarme con el dinero. Las primeras dos semanas estuve sin trabajo y acá el dinero se va como agua (si, sydney es bastante caro) así que estuve en modo rata inmunda hasta que empecé a trabajar. (mentira, hasta que llegaron mis amigos argentinos, después de que llegaron ellos empezamos a salir y… ¡Adiós dinero! jajajaja) Ahora que lo gano de a poco me estoy recuperando (tuve algunos gastos imprevistos pero nada del otro mundo) así que en los próximos días voy a armar un presupuesto y un plan para empezar a ahorrar lo más que pueda, porque otros planes se vienen más adelante además de que acpa una vez se termina el contrato te tenés que poner a buscar otra cosa y no sabés cuánto vas a tardar, así que mejor prevenir que lamentar jajajaja
Segundo, tuve que tomar muchas decisiones. ¿Estoy de vacaciones o de trabajo? ¿Me rompo el lomo y me consigo otro trabajo además del que tengo o disfruto la ciudad? miles de decisiones que fueron tomadas en poco tiempo, de forma apresurada y premeditada (si, todo junto) me llevaron a la rutina que estoy viviendo ahora.
En un mes, dormí en lugares tan variados como interesantes. Comenzando por el sofá cama de una desconocida, dos camas cucheta (siempre en la parte de arriba, ¡¿por qué?!) y una cama queen size en un hotel pituco. Próximamente dormiré en la que será mi cama dentro de lo que será mi casa por los próximos meses (cama que no es cucheta, eso me alcanza y sobra! jajajaja)
En un mes conseguí casa, trabajo y estabilidad. Jamás pensé que iba a ser tan rápido (pero tengo que admitir que tuve definitivamente una ayudita del de Arriba, ¡que me contestó tooodas las oraciones!) Me siento rara con todo esto, por un momento pensé que me iba a lanzar a la aventura y me vi con una mochila al hombro cual mochilera que va al medio del amazonas (cualquiera) y me encuentro en medio de una rutina que nunca pensé que iba a lograr. Debo admitir que en mi interior lo estaba buscando, yo sin rutina no funciono, pero me tengo que recordar que aunque es largo, esto también es un viaje y debo conocer todo lo más que pueda ya que no sé cuándo voy a volver.
La verdad, estoy más que feliz con todo lo que logré en este mes. Me siento rara porque por un lado pienso… wow… ya me quedan 11 meses para volverme a casa, ¡tengo que hacer algo! y por el otro siento que si alguien me diera un pasaje de avión me volvería en este instante. Si pudiera tener lo que tengo ahora y además a mi familia al lado sería perfecto, pero bueno, ¡todo no se puede! (siempre hay un pequeño precio jajaja) así que a disfrutar de una mientras se soporta la otra lo mejor que se pueda 🙂

Ya que hablamos de disfrutar, Sydney me lo hace bastante fácil con sus actividades al aire libre. ¡Ya les contaré un poco más!
¡Feliz primer mes para mí!
Feliz mes!!!!!
Besos
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