Tiempo es lo que me falta. Quedan 12 días antes de irme y no sé cómo empezar, por dónde arrancar. Mi papá dice que ya debería tener la maleta hecha pero les juro que siento que me falta todo. Recién hoy me puse a ver toda la ropa que tengo y qué cosas voy a dejar aquí, cuales voy a regalar, etc. y me sorprendí de toda la ropa que tengo (¿Cómo puede ser? ¡Si nunca tengo nada para ponerme cada vez que salgo!) me llevó un buen tiempo pero pude reducir significativamente mi guardarropa.

¡Dejá de correr tan rápido!

También estoy en el proceso de eliminar recuerditos y souvenirs que tengo desde hace años, lo único que hacen es generar polvo así que también se van… Esto también tiene que ver con el tiempo. Me he dado cuenta de que guardé tantas cosas durante tanto tiempo, que la verdad que todo este proceso me está haciendo bien. ¡Encontré cosas de cuando tenía 10 u 11 años escondidas por ahi! Algunas pocas las guardé, a la mayoría llegó el momento de decirles adiós.

Hay una cosa de la que jamás me puedo deshacer y es de mis cuadernos de la adolescencia. Me la pasaba escribiendo, ya sea en inglés o castellano, durante mis clases (¡si, lo admito, nunca prestaba atención!) he creado un montón de historias, poemas, escritos, que la verdad no puedo deshacerme de ellos. Formaron parte de una época muy importante de mi vida y definitivamente los voy a guardar. ¿Quien sabe? Quizás alguien los encuentre en algún momento y se decida a publicarlos (si, claro, seguí soñando Paula… jajajaja)

T de Tiempo, tiempo es lo que siento que me falta últimamente (tiempo para publicar en el blog, tiempo para hacer la valija, tiempo para terminar de despedirme de la gente… ¿no puede haber despedida de la despedida?) pero también sé que se viene un nuevo tiempo, lo cual me anima a deshacerme de varias cosas que me traen recuerdos y me dificultan avanzar, para comenzar un nuevo capítulo de mi vida que también involucra tiempo: ¡tengo un año, 365 días para disfrutarlo!