Era muy fácil, ¿no? saber qué palabra iba a elegir.
En este momento estoy sentada en la compu escribiendo estas líneas, mientras me tomo una cervecita sola en casa pensando en qué me voy a poner para salir esta noche después del curso. Gracias a Dios, esa es mi única preocupación de hoy.
A pesar de todas las cosas que mencioné anteriormente, que me hacen sonar como una freak control y como que viajar es lo más terrible que me pudo pasar (viajar es terrible y ansía hacerlo… ¡Qué masoquista! jajaja) hay muchas cosas por las cuales sentirme bendecida y agradecida.
Todo es según el cristal como se mire, si lo pienso bien, aunque estoy hecha una bola de ansiedad y lamentos y «¿en donde me metí?» constante, en realidad estoy disfrutando de estos nervios, toda la ansiedad y de todas las cosas lindas que me desea la gente a mi alrededor (que me desean cosas malas, también, la envidia es mala, mata el alma y la envenena…¡Tenía que decirlo!) La verdad es que estoy muy feliz de poder realizar este viaje y al fin (AL FIN) poder moverme de mi zona de confort para alcanzar lo que está más allá.

todo depende del cristal con qué se mire. como este vestido, que para algunos es azul con negro y para otros es blanco con dorado
La verdad es una genial oportunidad para probarme a mí misma un montón de cosas, especialmente que muchas veces la felicidad no está en la comodidad. Muchas veces es más fácil quedarse quieto sentado, esperando a que la felicidad nos toque y ¡bum, ya está! pero sabemos en nuestro interior que las cosas no son así, que si no damos un paso, ESE paso, nunca vamos a saber dónde se encuentra nuestra felicidad.
Me quedo con una frase de Roy Jodman que dice: «La felicidad es una forma de viaje, no un destino». Por lo tanto, la elijo como forma de viaje yo también.

«La felicidad es una elección, tú eres la única persona que te puede hacer feliz. Eres tan feliz como deseas ser.» Rick Warren