Un viaje en el AVE (Confesiones de Viajera)

Escrito durante el recorrido del tren AVE Sevilla –  Madrid. 15/03/2014

Dejamos atrás tierras andaluzas para dirigirnos al centro. En estos momentos estamos en el tren AVE, el cual se parece mucho al tren de alta velocidad que tomé por error en Portugal, y casi me deja en Lisboa (siendo que tenía que ir hacia Oporto) Gracias a Dios sabemos esta vez con certeza que tenemos que bajar en la última parada.

Yendo de Oporto a Galicia, en ese tramo no nos perdimos.

He entrado a Madrid de todas las formas posibles, creo que esta es la única que me quedaba (a menos que se pueda hacer por barco, lo cual dudo mucho) Madrid… tiene tantos sentimientos encima que se hace difícil ponerle una sola palabra.

Tren AVE, igualito a los ferrocarriles argentinos, ¿no? jajaja

Para mi, Madrid es un fin. Cada viaje termina con el paso a esta ciudad, la cual me pone triste. No quiero regresar, 15 días de felicidad por 11 meses y medio de malos ratos realmente no compensa.

Sueño con algún día poder ver a Madrid de otra forma, como la puerta a un nuevo comienzo y no como la despedida de mi segunda casa. No puedo evitar ponerme triste, tener esa cosa en la garganta que no me deja respirar.

Arbolito solitario en medio del camino

Madrid pareciera que se burla de mí muchas veces, poniéndose gris cuando llego o causándome problemas (nunca consideré una visita a la policía como un «must» en ningún país, pero Madrid lo logró.) ¿Lo hará a propósito? ¿O solo para molestarme? Nunca lo sabremos… Solo espero que esta vez se porte bien ya que voy acompañada. Madrid, sé buena.

Ella, la que se parece a Buenos Aires pero no lo es.

Creo que este pueda llegar a ser mi último viaje, si hay próximo puede que sea más largo que dos semanas… estuve pensando, ¿Puede ser tan difícil hacerle comprender al resto que ésto es lo que me gusta? No dudo de que mi país es hermoso o que mi ciudad tiene todas las comodidades, pero… ¿Es realmente tan difícil de entender que amo viajar, no quedarme quieta, a ver si en alguna parte encuentro lo que busco, y descubro lo que realmente quisiera ser? Todos dicen que luche por mis sueños, pero a la vez que viva una vida normal. ¿Es luchar por mis sueños quedarme en una oficina 9 horas por día, 6 días a la semana? Todos sabemos que la «normalidad» no va conmigo.

Tengo miedo, tengo mucho miedo. Pero tarde o temprano, tendré que dar el paso.

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