El día Lunes aprovechando el feriado que hubo por estos lares emprendimos una nueva aventura con mis dos amigas Lucía y Mary, recorriendo uno de los barrios más bonitos de Buenos Aires. Tomamos el mapa de uno de los tantos circuitos que ofrece Buenos Aires Travel y nos dispusimos a recorrerlo.
La verdad, iba y venía siempre a Recoleta porque es donde tomé mis clases de Coreano, en el Centro Cultural Coreano, pero nunca tuve el tiempo de recorrerla… lo máximo que pude conocer fue el Parque las Heras (y no sé si esa zona se denomina Palermo ya, jajaja) Me he enterado ahondando un poco en wikipedia que Recoleta se llama así por el Convento de los Padres Recoletos, miembros de la Orden Franciscana que se estableció en la zona a comienzos del siglo XVIII, fundando un convento y una iglesia dedicada a Nuestra Señora del Pilar y adjunto a éste el cementerio. (lo de la orden franciscana me explica por qué he visto el nombre «Recoleta» «Recoleto» en España también)
El paseo de la Recoleta es casi el centro geográfico del barrio, y uno de sus puntos más altos, por lo que a fines del siglo XIX el lugar atrajo a las familias pudientes del sur de la ciudad, que escapaban de la epidemia de fiebre amarilla. Desde entonces es uno de los barrios más elegantes y caros de Buenos Aires, alojando mansiones familiares, embajadas y hoteles de lujo.
Nosotras comenzamos el paseo desde la Biblioteca Nacional y el parque que está detrás, el cual encontramos decorado gracias a que se celebran los 100 años del nacimiento de Cortázar (uno de mis autores favoritos) por lo que pudimos disfrutar de sus paseos y las infaltables rayuelas.
Continuamos nuestro recorrido hacia Avenida del Libertador por las plazas y parques: Plaza República Oriental del Uruguay, Plaza Mitre, Plaza Francia… donde pudimos ver bellos monumentos y disfrutar del calorcito que nos regaló este Agosto tan extraño. Paseamos por los puestos de artesanías, donde aproveché para comprarme un nuevo cuaderno de viajes (¡Nunca son suficientes!)
Seguimos adelante hasta el Cementerio de la Recoleta, lugar reconocido por albergar los restos de varias personas importantes en nuestra historia, como por ejemplo los restos de Domingo Faustino Sarmiento o Evita. Lamentablemente no pudimos pasear mucho porque llegamos tarde, justo cuando estaban por cerrar las puertas, así que nos alcanzó para dar una vuelta rápida y tomar unas pocas fotos.

Monumento a Luis Braille, en uno de los parques

Una de las que más me llamó la atención. Extrañamente me hizo recordar a la casa de mi abuela allá por Galicia…
Por último, recorrimos la fachada de la Facultad de Arquitectura hasta la Floralis Genérica, la flor mecánica que se abre de día y se cierra de noche.

Si prestan atención, allá detrás de la Facultad jugando a las escondidas con el farol, se encuentra la Floralis Generica
Lo que notamos es que la Flor al parecer está averiada, ya que era casi de noche y seguía abierta. según lo que investigué, en la actualidad, el sistema que la hace cerrar se encuentra inactivo. Se abrió una disputa entre el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y la empresa que apadrina esta plaza, ya que ninguno de los dos está dispuesto a invertir los 2 millones de pesos necesarios para su reparación. (está salado el asunto)

Por último la Flor, en contraste con un atardecer precioso que nos regaló este cálido y extraño invierno
Ha sido un lindo y divertido paseo por uno de los barrios más lindos y turísticamente más conocidos de Buenos Aires, me dieron ganas de seguir con los recorridos y tomar muchas fotos. Fue redescubrir y detenerme en uno de los lugares por los cuales más pasaba de largo, ahora aprovechando la oportunidad de disfrutarlo. ¡Pronto les mostraré algún otro lugar de mi Buenos Aires querido para recorrer!