Estuve desaparecida estos días porque a decir verdad, mi vida cambió en muy pocas semanas. Hace menos de un mes, me encontraba desesperada intentando encontrar un trabajo y un lugar donde mudarme, pensando en si era mejor gastar mis últimos dólares viajando por asia y después volverme a casa derrotada o seguir intentando un poco más en Sydney. Como soy testaruda, me quedé hasta las últimas consecuencias, con la plata para pagar dos semanas más de alquiler y después… después se verá. Gracias a Dios, todo funcionó.

Hoy me encuentro viviendo en Bondi Beach, a dos cuadras de la famosísima playa, y trabajando a 15 minutos de mi casa en una oficina. Honestamente, jamás pensé en vivir en Bondi (ya que siempre pensaba: ¡nooo está lleno de latinos, no da! jajajaja) y menos pensé encontrar trabajo en una empresa, donde estoy trabajando de atención al cliente (lo que siempre hice) y por ahora me está yendo bien. Lo que pensé que se iba a transformar en una «derrota» (ya me estaba preparando para volver a casa, abandonar la idea de viajar y volver a intentar conseguir una rutina más o menos normal) volvió con todo y para quedarme. Aunque ahora las circunstancias cambiaron, y me encuentro con la idea de quedarme establecida por 6 meses en este lugar, con miras de quedarme un poco más.

No puedo creer que ya hayan pasado 4 meses y medio desde que llegué a Australia, siento que hace años que estoy acá, y a la vez que recién llegué. Todavía no vi nada de todo lo que quería ver, pero aún tengo tiempo. Me siento increíblemente cómoda, aunque mi entorno y mis circunstancias cambian constantemente, y me siento en paz, feliz. Estoy contenta de haberme podido quedar un poco más, de poder seguir disfrutando de esta ciudad y de seguir conociendo un poco más cada día. La verdad, no puedo pedir nada más.

Quería actualizar un poco, ya que parece que por un tiempo los viajes se acaban acá (aunque seguiré conociendo Sydney y los alrededores) Intentaré seguir actualizando lo más que pueda y seguirán leyendo de mis reflexiones, quería compartirles que gracias a Dios, la turbulencia ya pasó y me encuentro pasando por un buen momento. Así que ya saben, ¡No renuncien a sus sueños! Nunca saben cuán cerca están de lograrlo hasta que intentan un poco más  🙂