Nunca mejor explicado

Un día estás tan tranquilo en tu rutina diaria y de repente, en menos de tres semanas le estás diciendo a todo el mundo que te vas, te vas a la otra punta del mundo por un año y no nos vamos a ver más.

Esa vorágine que creés que termina cuando finalmente lo decís, el corazón late rápido al momento de plantearlo, los nervios de decir: ¿lo aceptarán? y de repente ya está, te están despidiendo y haciendo fiestas en tu honor.

¿Qué pasó? Ni idea, pero de golpe me encuentro con que tengo que adaptarme a la fuerza, así de golpe, a una realidad que hace tiempo está pasando por mi cabeza. Siempre pensé que había tiempo, que las cosas se iban a ir dando despacito… pero no. Ese caos se acrecienta.De repente te están haciendo un millón de preguntas que ni vos sabés contestar y te quedás pensando, de repente todos dicen que te envidian (si, es positivo, ¿pero tanto? vos también podés hacerlo, ponele pila si lo deseás) y te siguen removiendo los miedos que creías que tenías

Iba a comenzar este días de abecedario con la A de «Adiós». Pero… «Adaptar» creo que es una mejor palabra para empezarlo. No es fácil decir adiós, pero menos fácil es adaptarse a eso.

Cuántos cambios en tan poco tiempo. Cosas que están en tu cabeza se empiezan a plasmar y el miedo crece, las dudas también. ¿Que va a estar bueno? por supuesto. ¿Que es como toda primer experiencia? Clarísimo. No me voy a olvidar nunca el día que compré mi primer pasaje de avión a España, la primera vez que me subí a un avión, todo el miedo que tuve, lo mucho que me gustó, lo lindo de encontrarse con personas que existían en la red, pero se hicieron de carne y hueso. ¿Pero irte a Australia? ¿Allá lejos? ¿Para qué? ¡QUE ENVIDIA YO TAMBIEN QUISIERA IRME Y QUE ENVIDIA QUE ENVIDIA!» (creo que ya sabemos cual va a ser mi sección con E… jajaja) Está buenísimo pensar en lo positivo, pero tengo tanto miedo…

Adaptarme va a ser difícil. Voy a tener que adaptarme a hablar un nuevo idioma (aunque lo sepa, de la teoría a la práctica se complica un poco) adaptarme a un nuevo trabajo, a una nueva forma de vida (¡a vivir sola! ¿puedo llevarme a mi mamá?) a tantas cosas… La capacidad de supervivencia se encuentra en la adaptación, así que espero poder hacerlo lo mejor que pueda.

Con tantas cosas que cambiaron en tan poco tiempo (y con menos aún para poder adaptarme, ¡solo 49 días!) solo espero que salga lo mejor de toda la experiencia. Sé que las cosas no siempre serán color de rosas, ¡pero espero que mi resiliencia me ayude a salir adelante y solo cosechar buenos recuerdos!

Con este pequeño texto empiezo mis días de abecedario para comunicarles que me voy a vivir a Australia por 12 meses. ¡Mi  sueño, mi primer gran viaje ya está en camino!